Desde siempre hemos sentido curiosidad e inquietud por el mundo del vino. Fue hace casi dos décadas cuando encontramos el sitio idóneo; cuando llegamos al paraje sentimos que este era el lugar que estábamos buscando: su clima, el entorno, la tranquilidad.

Nuestro objetivo era adecuar la variedad idónea a este tipo de suelo y clima. Siempre hemos querido que prevalezca la calidad en el cultivo de nuestra uva, así que decidimos transformar el lugar en natural y ecológico. Nuestros futuros vinos tenían que tener algo que los diferenciara, que hiciese de ellos algo distinto.

Hace unos años vimos materializado nuestro sueño, elaborando lo que hace tanto tiempo empezamos. En Bodegas Rodeno, embotellamos un tinto con personalidad propia y un blanco diferente, con historia. Estos son el fruto de muchos años de esfuerzo y dedicación, que ahora nos reafirma en todo lo que hemos creído.